1: no se molesten en ir a verla 2: regular 3: buena 4: muy buena 5: obra maestra
La nueva película de Woody Allen es el retrato de la caída en desgracia de Jasmine (Cate Blanchett), una señora de la alta sociedad neoyorkina que sufrirá un duro golpe cuando descubre que su marido Hal (Alec Baldwin) es un infiel empedernido y un estafador, un personaje a lo "Madoff" que construye una fortuna a base de fraudes. Arruinada y con su marido en la cárcel, Jasmine se trasladará a San Francisco, al modesto apartamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins).
El film guarda similitudes con la obra maestra "Un tranvía llamado deseo" (1951) de Elia Kazan, interpretada por la magnífica Vivian Leigh en el papel de Blanche DuBois. Las dos películas cuentan la historia de dos hermanas antagónicas; unas de clase alta (Jasmine/Blanche DuBois), las otras de clase humilde (Ginger/Stella); unas neuróticas, las otras felices e ingenuas. Jasmine/Blanche DuBois escapan de su anterior vida con una maleta llena de mentiras sobre su pasado, mujeres incapaces de mantenerse por si mismas, de ser autónomas y, mirando a sus hermanas "pobres, pero felices" con vergüenza por su falta de clase y su mal gusto por los hombres que han elegido para compartir sus vidas.
Este largometraje nos hace reflexionar sobre la negación de los problemas. Jasmine, a pesar de estar arruinada y sufrir ataques de ansiedad y depresión, seguirá comportándose como la dama de la alta sociedad que un día llegó a ser. Para ella las apariencias son lo primero, seguirá con su vestuario de Channel, a pesar de estar sin blanca. Negando lo que le pasa delante de sus narices, intoxicando con su veneno a cada uno de los personajes que se cruzan en su camino, sobre todo, a su hermana.
En esta fábula moral, Woody Allen recurre de nuevo a uno de los temas que más le preocupan: la contraposición de dos mundos: la codiciosa e inmoral burguesía con los heroes de la clase trabajadora, obreros representados por albañiles y empleadas de supermercado.
Como la gran mayoría de la filmografía de Allen, esta película es inteligente e inquietante. Cate Blanchett está espléndida, su interpretación está llena de matices: graciosa, triste, insoportable, soberbia...No me extrañaría que le arrebatara el oscar a mejor actriz a mi admirada Meryl Streep.
En definitiva, una buena película, aunque sigue sin superar la que para mi ha sido su gran obra: "Match Point" (2005).