En "El Amanecer del Planeta de los Simios" el hogar de los primates (raza genéticamente evolucionada y amos absolutos de la Tierra), se ve amenazado por un reducto de humanos que han sobrevivido a "la gripe de los simios" un virus que arrasó a la raza humana diez años atrás.
Esta película supone la continuación de "El Origen del Planeta de los Simios" (2011), donde Andy Serkis vuelve a interpretar -gracias a la infografía- el papel de César, el líder pacifista de los simios, más humano que algunos humanos, que en su intento de preservar la paz, hará lo imposible para que ambas razas sean capaces de convivir sin violencia.
Desde los inicios de la cinta vemos la evolución de la tierra después de que el virus -creado en laboratorio- y que estimuló la inteligencia del chimpacé César, se contagiara a los humanos y provocara una epidemia devastadora en el planeta.
La trama principal de la película será "la desconfianza" de una especie (simios) frente a otra (humanos), incluso, entre seres de la misma especie. César tendrá que enfrentarse a Koba, un simio mucha más agresivo que cree que los humanos deberían ser eliminados de la faz de la tierra. Lo mismo ocurrirá en el otro bando, en el de los humanos, el viudo Malcolm, un hombre justo que buscará ante todo la concordia y el entendimiento, y que intentará persuadir a Dreyfuss (Gary Oldman) de su obsesión por aniquilar a todos los primates.
El director, Matt Reeves, consigue una cinta más sólida, tanto técnica como visualmente. Más ingeniosa e inteligente que su predecesor "Rupert Wyatt" quien dirigió "El Origen del Planeta de los Simios). Pero aún así, más allá de los magníficos efectos visuales, las secuencias de acción y un buen guión, lo que realmente me ha resultado interesante ha sido la pareja formada por César y Koba, interpretados de una manera soberbia por Andy Serkis y Toby Kebbell, respectivamente. Ambos aportan la carga emocional durante toda la película. Capaces de revelar sentimientos muy precisos a través de sus caras (recordad que son chimpancés) y de justificar unos diálogos inteligentes, aún cuando no dicen nada, sólo con sus miradas.
La verdad es que el actor Andy Serkis, parece que se ha especializado en este tipo de papeles. Interpretó a Gollum en "El Señor de los Anillos", y después a "King-Kong". Su personaje, el del chimpancé "César" sigue siendo (al igual que en la primera entrega) la pieza fundamental del film, su rol ha evolucionado, tendrá sentimientos encontrados sobre los humanos, deberá mantener su noble gobierno y proteger a su familia ante el riesgo de una nueva interrelación con las personas.
Todo el largametraje es una metáfora sobre cómo la guerra transforma al hombre. Nada que ver, por cierto, con las anteriores películas sobre esta saga de los años 70, auténticas ingenuas sátiras sociales. A excepción, por supuesto, del clásico "El Planeta de los Simios" (1968) de Franklin j. Shaffner, con ese final mítico e inolvidable: la imagen de la Estatua de la Libertad semienterrada en la arena de una playa ante un indignado Charlton Heston, porque no estaba en un planeta desconocido, sino que se trataba del nuestro. ¡Pobre!
Por último, destacar la banda sonora de Michael Giacchini, y reinvindicar desde esta plataforma el Oscar a Mejor Actor Principal para Andy Serkis, por su espléndida interpretación.
Otros películas de Matt Reeves donde destaca su talento para el género fantástico son:
"Monstruoso"(2008) y "Déjame entrar" (2010).