Ivan Locke (Tom Hardy) es un hombre que en apariencia lo tiene todo: reputado capataz de una empresa de construcción, casado y con dos hijos. Sin embargo, el día antes de finalizar un gran negocio recibe una llamada que le trastocará su ordenado mundo, pues se verá obligado a tomar una decisión crucial sobre su futuro.
Interesante y original thriller cuya historia, narrada en tiempo real, se desarrolla íntegramente en el interior de un coche.
Con esta cinta asistimos al claro ejemplo de cómo con pocos recursos se puede realizar una buena película.
Se trata de un largo minimalista que gira en torno a dos pilares fundamentales: a) un actor sobresaliente y, b) un inteligente guión (lo más atractivo del metraje).
El único actor visible (los demás sólo ponen la voz), el estoico y resolutivo Tom Hardy, un hombre honrado que contempla cómo se va desintegrando su mundo durante la trayectoria automovilística (de Birminghan a Londres) más determinante de su vida. Y todo, por un sólo "pecado" cometido en el pasado capaz de desestabilizar su integridad moral.
La película se centra en las sucesivas llamadas al teléfono manos-libres que el protagonista realizará y recibirá para mantenerse en contacto con las distintas piezas de su vida: familiar y laboral. Llamadas necesarias para que Locke pueda redimir las repercusiones de sus actos.
El actor Tom Hardy lleva el peso de la historia, realiza un trabajo extraordinario, basado en las expresiones faciales y gestuales. Maneja muy bien la psicología del personaje que interpreta, luchará por sus principios, por hacer lo correcto mas allá de las consecuencias.
"Locke" es el segundo film dirigido por el británico Steven Knight; Es también el guionista, no sólo de la cinta que nos ocupa, sino también de las excelentes "Negocios ocultos" (2002) de Stephen Frears y de "Promesas del Este" (2007) de David Cronenberg. Recomendables.
El cineasta establece en este film una comparativa entre la profesión del protagonista y su entorno más cercano. Ivan Locke sabe que unos sólidos cimientos son la base angular no sólo del edificio que lleva entre manos, sino también en las relaciones familiares, laborales o personales.
Originales son las escenas en las que Locke habla por el retrovisor con el fantasma que le acecha: un padre ausente al que intentará no emular por nada del mundo.
En resumen, nos encontramos ante una obra "especial"y muy original sobre la necesidad de ser honesto a pesar de lo que perdamos por el camino. Está muy bien ambientada y cuenta con una elegante banda sonora y una fotografía a la altura de las circunstancias. No se me hizo aburrida, todo lo contrario, me mantuvo pegada al asiento durante toda la proyección.
Otros largometrajes cuyos principales protagonistas se pasaban la película enganchados a un teléfono son:
"Cellular" de David R. Ellic (2004) con Kim Basinger.
"Última llamada" de Joel Schumacher (2002) con Collin Farrell.
"Enterrado" de Rodrigo Cortes (2010) con Ryan Reynolds.
Al protagonista de "Locke" (Tom Hardy) le vimos en "El caballero oscuro: La leyenda renace" (2012), la última entrega de la trilogía sobre Batman de Christopher Nolan. Y le veremos el próximo año en " Mad Max: Furia en la carretera.