
Calificación: 3 sobre 5
El Dr. Will Caster (Johnny Deep), un gurú de la inteligencia artificial, trabaja en una creación sublime: una máquina con sentimientos. Hecho que pondrá al protagonista en el punto de mira de un grupo de terroristas antitecnológicos que, en su intento de atentar contra él, conseguirán el efecto contrario. El Dr. Caster participará de su propia "trascendencia" y hará de conejillo de indias de su propio experimento; lo que derivará en una catástrofe que puede acabar con la humanidad.
Thriller de ciencia ficción que nos hace reflexionar sobre las posibilidades y los peligros de la inteligencia artificial. La tecnología no tiene límites y nosotros seremos los que decidamos si la utilizamos para el bien del planeta, o no.
Interesante propuesta del director Wally Pfister (primer film que realiza, por cierto), que, sin embargo, no es una idea original, pues desde "2001: una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick, a la reciente "Her" (2013) de Spike Jonze, ya venimos visionando en la gran pantalla robots inteligentes y sistemas operativos que sienten, que tienen conciencia.
En esta película, Pfister se pregunta sobre la trascendencia digital del cuerpo y nos describe la evolución de un "dios" -el Dr. Caster- cuya amenaza (mal entendida por el resto de personajes que nos iremos encontrando en la historia: su novia, su mejor amigo, el FBI...) se expresa en términos de bondad hacia el prójimo y conciencia medioambiental. Will Caster se mimetizará en su propia creación y pondrá en cuestión la tecnología como única forma del progreso de la humanidad.
El guión siendo bueno, no está bien plasmado en la pantalla. El cineasta no profundiza a la hora de expresar cuestiones éticas, relacionadas, sobre todo, con el imparable avance tecnológico y los riesgos de su aprovechamiento en beneficio propio, en vez de por el interés general. Si bien es verdad, que la primera mitad plantea ideas muy interesantes y relevantes sobre el fanatismo, la segunda parte va perdiendo fuerza, sobre todo, en el terreno de la acción.
En cuanto al reparto actoral, excepto la esposa de Deep, "Evelyn" interpretada correctamente por Rebecca Hall (vista en Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen), el resto de artistas: Morgan Freeman, Paul Bettany, Kate Mara...están un poco abandonados. Wally Pfister no ha sabido sacar lo mejor de este elenco espléndido. Se ha notado, quizás demasiado, que han estado bajo la batuta de un director novel. Se le ha dado mejor la estética que la dirección actoral. Normal, siendo Pfister un experto director en fotografía.
Recomiendo a todos aquellos que les interese este tipo de películas que vean "Origen" (2010) de Christopher Nolan.