1: no se molesten en ir a verla 2: regular 3: buena 4: muy buena 5: obra maestra
Historia sobre la codicia humana basada en hechos reales. Más Scorsese que nunca, me recuerda a "Uno de los nuestros" (1990) y a Casino (1995) porque la historia está narrada en primera persona, con monólogos a la cámara y los típicos flashbacks que tanto le gustan al director.
Cuenta la historia de Jordan Belfort, un broker que en 1990, con 28 años, fundó una financiera desde la que estafó a miles de inversores. Adicto a toda clase de drogas, al alcohol y a las fiestas descontroladas. En 1998, el FBI le atrapó y fue condenado por fraude. Pasó 22 meses en la cárcel.
Es una comedia negra, un relato de ascensión y caída de un hombre sin alma que vivió y sufrió una auténtica hoguera de las vanidades.
La interpretación de DiCaprio es lo mejor de la película, lleva el peso en todo momento, me sorprende la cantidad de registros que es capaz de desarrollar a lo largo de la historia. Está en su mejor momento, ya no es el actor con cara de niño que tantas veces se le ha criticado. Ahora es todo una actor con mayúsculas.
Leonardo se pone en la piel de Jordan Belford, tiburón financiero capaz de amasar 21 millones de euros en sólo 3 horas. Vive al límite rodeado de sexo, drogas y dinero hasta resultar obsceno. Es un personaje cutre y sin clase, un Caín o Calígula actual.
Como curiosidad, añadir que el auténtio Jordan Belfort cuenta con un cameo en la película (en la última secuencia, como el hombre que nos presenta a un DiCaprio reformado).
Hoy este personajillo vive en Los Ángeles, escribió sus memorias (la película está basada en ellas) y se ha reciclado como orador motivacional impartiendo conferencias. Servidora no asistirá a ninguna de ellas.