La película consta de seis relatos independientes unidos por el tema de la venganza, donde sus personajes se verán abocados hacia el abismo, cruzando la difusa frontera que separa la civilización de la barbarie. Historias de comedia negra y drama que alternan a la perfección la intriga, la violencia y el humor; y que nos relatan situaciones conflictivas de la vida cotidiana, esas a las que todos hemos estado expuestos en algún momento de nuestra vida y que normalmente reprimimos, eligiendo no responder a las agresiones externas.
El film está dirigido y escrito por el argentino Damián Szifrón, su tercer largometraje -el segundo fue "Tiempo de valientes" (2005)-. El cineasta consigue en esta cinta que las historias resulten divertidas y aterradoras al mismo tiempo.
La película me absorbió de principio a fin, la clave es su enfoque transgresor, mezclando a la perfección el surrealismo con el suspense y la tragicomedia.
"Relatos salvajes" trata de temas que tocan a todo el mundo, como la crisis económica, el abuso de poder o las relaciones personales. Szifrón lleva a sus personajes a situaciones límite, reaccionando de forma exagerada. No eligen controlarse, prefieren perder los papeles, la razón...y, además, disfrutar con ello.
Con un plantel de actores de lujo: Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, brillan en sus trabajos, pero la que me dejó descolocada, en el buen sentido, fue Érica Rivas. Su actuación es "impresionante", su personaje va pasando por varios registros, y todos lo hace espléndidamente bien.
En definitiva, un largo muy bien contado, con un guión original sublime, gran fotografía y tremenda música de la mano de Gustavo Santaolalla (ganador del Oscar a mejor banda sonora por la película "Brokeback Mountain" (2005) de Ang Lee.
Aunque ha estado coproducida por Pedro y Agustín Almodóvar, el talento en la película es cien por cien argentino.
Es una película para disfrutar. Totalmente recomendable.